Pepe González
Lo primero que tengo que advertir a quien por casualidad o por propia decisión esté decidido a empezar a leer este libro, es que yo ni soy escritor ni lo pretendo. Lo único que he intentado al escribirlo, es compartir por medio de unos cortos relatos, mis experiencias, vivencias y recuerdos de los viajes de mi vida. Si después de saber esto alguien todavía piensa que le puede interesar seguir leyendo, pues adelante. Si no, le agradezco que haya llegado hasta aquí, le puede quedar muy bien encima de una estantería.
Dejo claro que las opiniones que vierto sobre lugares o cualquier otro tema, son siempre subjetivas y están basadas en mi experiencia y mis emociones en ese momento, no tienen por qué coincidir con las de nadie, ni ser verdades absolutas.
El lector debe entender que son las circunstancias, las dificultades y, por qué no decirlo, el coste económico del viaje lo que me llevan a considerarlo como «largo» o no. Es evidente que no es lo mismo un viaje realizado en los años 90 del siglo XX que uno que se haga en estos momentos.
No he considerado como «largo» ninguno de mis muchos viajes por Europa, por diferentes motivos y cada vez más, Europa se ha convertido en un continente lineal, donde es prácticamente imposible que nada cause sorpresa. En la actualidad, visitar cualquier ciudad europea, no tiene más emoción que decidir el restaurante donde se va a ir a cenar.
He querido dividir este libro en tres capítulos, cada uno de ellos coincide y marca una etapa importante de mi vida. Usando un símil pictórico se podrían definir como: «de juventud, de locura, y de madurez»
Deja tu comentario