José María Asensi
El Puerto deportivo de Badalona es, según tengo entendido, el único de la zona de gestión municipal en lugar de estar dirigido por una empresa del sector. Es decir, que los cargos directivos y hasta donde no alcanzamos, son de designación política. Se ve a distancia gracias a las tres chimeneas de la hoy inactiva Central Térmica del Besós.
Está flanqueado al N por una larga playa familiar con una porción de espacio ocupado por lo que alguien define como un grupito de maduros exhibicionistas, y al S. por una calita de mala reputación.
El puerto está muy bien mantenido, tiene inquietudes docentes y es base de un pailebote, el “Ciutat de Badalona”. Alberga un gran restaurante chino de decoración sobrecargada al estilo oriental (a mí me encanta), con el que no se puede contar pues parece que es bajo reserva y para eventos. Hay otros espacios de restauración dignos que pueden solventar una necesidad, si surge en temporada alta, pues algunos están cerrados demasiado tiempo.
Los barcos están abigarrados y muy agitados por corrientes. La marinería es cordial y las plazas de aparcamiento reservadas a disminuidos físicos, se encuentran casi permanentemente ocupadas por vehículos sin distintivo, probablemente otra secuela de que la propiedad del puerto (el Ayuntamiento de Badalona) sea el órgano sancionador de ese abuso. El varadero está preparado para todo tipo de embarcaciones, incluso de madera.
The marina of Badalona is, to date and as I understand it, the only one in the area of municipal management, instead of being run by a company in the sector. That is to say, that the managerial positions and to where we do not reach, are of political designation.
It is seen far away thanks to the three chimneys of the now inactive Thermal Besós Center and it is flanked to the N by a long family beach with a portion of space occupied by what someone defines as a group of mature exhibitionists, and to the S by a little beach of bad reputation.
The port is very well maintained, has educational concerns and it is the base for a pailebote, the «Ciutat de Badalona». It has a great Chinese restaurant with too much oriental style decoration (I love it), where you can not eat unless you make a reservation or you go to an event. There are other decent restoration spaces where go eating if needed, if it comes in high season, because some are closed too long.
The boats are mottled and very shaked by currents. The seamenship are cordial and the parking spaces reserved for physically handicapped people are almost permanently occupied by unmarked vehicles, probably another sequel that the property of the port (Badalona Town Hall) is the sanctioning body of that abuse. The slip dock is prepared for all types of boats, including wooden.
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