Al viento que va mi vela

Marcelo Palacios

Al viento que va mi vela es la visión poética de una persona común, de la inmensa mayoría, que se mide cada día con lo que oferta la vida (ser muy poco, todo o nada), no siempre lo que merece por su ahínco y su valía.
Desconsiderando el dinero como el único o motivo principal para fundar su porvenir, con aciertos y fracasos se va forjando en la mundana espesura
–violenta, injusta y contradictoria–, con la vocación persistente del esfuerzo, la formación, la autoestima, y la atención a la naturaleza y a la sencillez y belleza de lo que nos rodea, en la convicción de que la dignidad, la libertad, la igualdad social, el compromiso con la paz, la empatía con las buenas gentes y la actitud diligente son los valores que priman y se deben ejercer para sentirnos persona.
Y encara su andadura de cuna sin pedigree guiado por la precaución, el gesto sereno, el talante bien dispuesto y el estilo asertivo, que a la opinión sin pensamiento cautivo aúna franca solidaridad y mutua consideración.