A. María Rodríguez
Una niña aficionada a los cuentos, una abuela maravillosa, una casa sobre la cumbre de una loma en medio de una naturaleza impregnada de cierto panteísmo. Estos son los ingredientes fundamentales de «El alma de las casas», una historia articulada mediante una serie de relatos, donde el amor y el tiempo configuran la trama del texto, y la nostalgia queda contenida por un lenguaje esencialmente descriptivo y un estilo envolvente que se va recreando, una y otra vez, en los pequeños detalles de la vida cotidiana.
Tamaño: 15×21 cm | Encuadernación: Tapa blanda con solapas |Número de páginas: 200
No disponible
Un libro realmente idílico y poéticamente escrito.
Hoy coincidiendo con la feria del libro que se celebra en Sevilla,quiero recomendaros este libro de mi amiga Antonia María Rodríguez. Una autora con corazón. Entrar en sus páginas es un bálsamo para el alma. Este precioso libro que se adentra en sus recuerdos de niña, en un contacto directo con la naturaleza, va narrando todos esos descubrimientos que nos va ofreciendo la vida y que una persona como ella lo recibe siempre en positivo, eligiendo las palabras más bellas para expresarlo. Me pareció precioso su contenido, el dibujo de la portada y la seda de su tacto que sólo tocarlo es una autentica belleza. Os dejo aquí el enlace.
Realmente maravilloso.
Divino libro.Una auténtica elegía para una casa. Me ha encantado, me ha emocionado y me ha llenado de recuerdos.
Magnífico. Las aventuras que tod@ niñ@ debería vivir y el libro que todo adulto debería leer.
Me ha parecido un libro maravilloso. A trechos divertido, a trechos escalofriante y siempre bellísimo.
Una historia que te atrapa de principio a fin. El capítulo de la tía Lola me ha emocionado. Me ha hecho recordar tantas cosas…Pocas personas son capaces de describirnos con tanta dulzura a los héroes o heroínas de la vida cotidiana. Lo recomiendo.
Ha llegado a mis manos hoy 19 de febrero de 2014. Venía con esa llave de la que habla María en sus páginas, y me ha abierto el alma, el de su casa y el de la que marcó mi infancia. Y se han juntado su niñez y la mía, y por un momento he visto a dos abuelas con su libro en el halda…
Me enganchó tanto su lectura que no pude dejar de leer hasta que lo terminé. Todo el domingo leyendo y al final me quedé con ganas de más. Sensacional.