José Cepero
Esta recopilación de pensamientos ha surgido al ver, desde la enfermedad del cuerpo y la independencia que ello da al espíritu, cómo un mundo confortable y rico se hunde en la ciénaga del egoísmo, pudiendo ser un verdadero paraíso. Con un especial acento en España – tierra de gente buena e inteligente y mejor clima -, que va resistiendo como puede el rodillo de la globalización, y que aún conserva estructuras y comportamientos tradicionales que rechinan con lo que es el mundo soso, monótono y despersonalizado de las “economías desarrolladas”, donde cada vez más, avanza ese egoísmo entre sus gentes y, consecuentemente, entre sus instituciones, especialmente la familiar.
No busques, lector, entre estas líneas, ideas profundas ni verdades absolutas, pues mi cerebro no da para tales proporciones… En realidad y simplificando mucho, sólo tengo una idea, tan profunda como sencilla, lo que me resulta muy cómodo pues así no debo consultar ningún manual de instrucciones, siempre tan confusos y tan mal escritos, que acaban mareándome.
Debes, lector, leer estas líneas viendo en ellas la experiencia de una vida vivida intensamente. Están expuestas con la misma libertad e independencia con la que he vivido, pues tengo todo lo que necesito, que por mi naturaleza espartana es mínimo… lo que me pueda faltar, no está en mano humana dármelo.
No he ordenado los pensamientos, pues han nacido desordenados, con vocación de que sean leídos al tresbolillo. Los números que les preceden, rompiendo su vocación, no indican orden, sino que son meras referencias para que el lector no se pierda si ha iniciado la lectura y tiene arrestos para reanudarla. Como los pensamientos están redactados de forma muy escueta, al principio, en “Algunas definiciones”, me extiendo un poco sobre cuestiones generales que he creído convenientes, porque hoy, utilizando expresiones comunes, acabamos no sabiendo qué decimos en realidad, tal es el caos semántico al que nos someten, con tanta frecuencia, las clases política y mediática.
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