Antonio Solaz pertenece a la raza de los que entienden el diseño gráfico como un oficio; la confluencia de lo ético con lo estético. Aquel que siempre parte de la nada, crece en el interior de la imaginación y termina alcanzando un todo envolvente. Pintapalabras es mucho más que un libro de autor. Es un estallido continuo y festivo de colores, imágenes, líneas y formas; pero también una metáfora de la creación, la vida, el guiño autobiográfico y esa ironía que queda patente a las puertas de su “laboratorio de la imaginación”, donde se puede leer “Diseño trágico”. Entre sus páginas, nada está improvisado. Todo esconde un porqué.
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P.V.P. 40 € |
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