Ana González Automuro
No estamos preparados para lo desconocido, los miedos, la sociedad, todo lo que lleva una discapacidad.
Sea cual sea la discapacidad, todas merecen el mismo respeto, tolerancia, empatía, no podemos ni debemos poner etiquetas, porque las personas que la sufren tienen sentimientos y su día a día ya es bastante difiícil, para que la sociedad les ponga muchos más obstáculos en su camino. Tenemos que concienciar a los más pequeños y a nosotros mismos que ser diferente por el motivo que sea, por tener una discapacidad, llevar gafas, el pelo de colores, etc… hay que saberlo respetar, porque todos merecemos respeto.
Nunca podemos olvidar que la vida nos depara muchas sorpresas de las que no sabemos cuáles serán. Algún día nos pueda llamar una sorpresa a la puerta y aunque tú no quieras dejarla entrar, esta lo va hacer, estés o no preparado.
Nadie está preparado para afrontar ciertas sorpresas que le vida le va dando, pero de nosotros depende cómo afrontarla y si hay respeto es mucho más fácil.
Piensa que en la vida vamos a tener muchos altibajos, como en una montaña rusa, que no sabemos qué es peor, las bajadas o las subidas, pero si alrededor nuestro tenemos gente que sabe respetar, empatizar, nos beneficiamos todos.
Si no les enseñamos a nuestros hijos, a nosotros mismos, el significado, el valor, la fuerza, de la palabra RESPETO, en un futuro no lo pidas para ti, piensa cómo te gustaría que te tratasen y conciénciate que lo que das, recibes.
RESPETA Y SERÁS RESPETADO. TODOS MERECEMOS RESPETO.
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